Con la falta de espacio en el lugar donde vivo, era de esperarse que llegara a un punto en el que tuviera que mover todo y reorganizar. No tengo cientos de muñecas, y no estoy segura si algún día llegaré a tener tantas, pero definitivamente han llegado a ser una cantidad que requiere un espacio propio. Al principio, quería comprar únicamente mis personajes favoritos y exhibirlos en alguna repisa o librero, dejando de lado personajes nuevos y posiblemente interesantes. Poco a poco he ido saliendo de mi área súper cómoda, pero de vez en cuando vuelvo a lo que me gusta. La línea de muñecas de EAH, Powerful Princess Club incluye a Madeline Hatter, Apple White y Holly O’Hair, y descartando a Apple, elegí a Maddie; mi elección parece obvia, pero Holly no estaba disponible para comprar, así que lo considero una feliz coincidencia.

El esquema de colores que se utiliza para Madeline Hatter es uno de mis favoritos, me encantaría usarlos si esos tonos me favorecieran, pero por el momento tendré que esperarme a mi siguiente vida. La línea de PPC consiste en muñecas con ciertas características que las vuelve poderosas, no literalmente como súper poderes o magia, sino aquello que nos convierte en seres extraordinarios. Como se puede ser poderoso en distintas situaciones de la vida, Maddie, al igual que las otras chicas del club, usa un vestido que es 2 en 1 que la deja lista para cualquier situación casual o formal. Además, dentro del empaque se incluye la tarjeta de membresía del club, accesorios (sería demasiada tacañería que también quitaran los accesorios) y detrás de éste se explica mejor lo que acabo de decir sobre qué es lo que vuelve poderosas a las princesas. No me queda claro la elección de Maddie para pertenecer a esta línea si ella no es una princesa, pero lo veo como la situación de las Princesas de Disney y Mulán: ella salvó China, es poderosa, y pronto harán su película en live action, así que el título nobiliario a nadie le interesa. En EAH, el poder de Madeline es la Creatividad.

Un mechón de su cabello está roto, pero eso fue mi culpa, ya habían pasado varios meses sin tener accidentes que dañaran a una muñeca, al menos esta vez mi plancha para el cabello no se quedó con plástico quemado en las placas. Pero aunque no le hubiera cortado ese mechón, su cabello está atrozmente deformado, esto requiere un rizado urgente. Entiendo que el cabello de una muñeca SIEMPRE se suele despeinar por las ligas que lo sujetan y eso es inevitable, pero esto parece un trabajo sin paga, ¿o por qué está hecho de tan mala gana?

Bueno, de frente y visto desde arriba no se ve tan mal…

El maquillaje de Maddie es del mismo color de su cabello, sus pupilas son turquesa y la sombra de ojos es púrpura y morada. Su sombrero tiene demasiados accesorios que «caen» hacia un lado, aunque en realidad es una pieza de plástico con un reloj, galletas, entre otras cosas unidas al sombrero, todo de color dorado con un moño rosa.

Y lo que ingenuamente pensé que sería un vestido transformable, con alguna especie de mecanismo que lo volvería más corto resultó ser un vestido… corto… con una falda debajo. Error mío, lo acepto, en ningún lugar decía que un vestido podía convertirse en otro, sino que eran dos estilos en uno, supongo que esperé mucho y recibí lo que en realidad era.

En torso y brazos los accesorios son azules, en la cintura y los pies son de color azul. Sus guantes tienen un borde blanco en las muñecas, todo de un color sólido, a diferencia del collar, que es de un material semitransparente. Todos los accesorios dorados tienen moños, el cinturón lo tiene al frente al igual que los zapatos, delante de los tobillos. El tacón de los zapatos tiene dos tazas de té, una sobre otra, espero que no tengan té, se ensuciaría mucho al estar tan cerca del suelo.

Si mis decepciones no se apilaran una sobre otra, formando una torre tambaleante que me va a caer encima causándome otro dolor de cabeza de esos que colecciono cada semana, podría tolerar las articulaciones tan lamentables que Madeline tiene debajo de la falda. Pero la vida no está hecha 100% de felicidad, mis jeans se manchan con el pasto y mi trasero estaba sentado en el concreto caliente, ¡por supuesto que no venía nada bueno! ¡La pierna derecha ni siquiera se dobla, por Dios! Está pintada fuera de lugar pero ese no es el defecto, es una pieza atorada que comenzó a romperse cuando intenté doblarla y por delante, botó un trocito de plástico. Estoy intentando ignorar las medias blancas moldeadas que ni siquiera son medias, son leggings, no llegan hasta el pie, ¡leggings blancos! Madeline Hatter no solo se volvió princesa cursi igual que Apple, también es una naca con artritis en la rodilla derecha.

El «bolso» de Maddie es una tetera morada con un reloj, con una cadena como asa y detalles azules y lo acompaña un dormouse completamente blanco, a excepción de sus ojos y nariz, de color negro, porque ¿qué necesidad hay que pintar el resto de los detalles, como el moño de su cuello, o su sombrero? No, no, qué desperdicio de pintura, a la próxima pueden incluir un trozo de plástico ¡Y YO LO MOLDEO A MI GUSTO! Por si estoy interesada en pertenecer al club, a mí me dan un anillo azul que parece un racimo de uvas.

Pienso que el precio que pagué (17 dólares) fue justo e incluso algo caro, recuerdo que hubo lanzamientos en el que las muñecas costaban entre 25 y 30 dólares más o menos. Desde hace tiempo se nota muchísimo que las colecciones de EAH han ido bajando de calidad, pero no bajan en ascensor, sino que están cayendo estrepitosamente por una escalera, llevándose su amor propio en la caída. Me quedaré igual que Maddie, con mis ojos al infinito mientras todo me vale, al menos por un rato.

Priscila L.