Por fin casi acabo la méndiga mona a Kaguya, tengo su ropita, pinté los bambús y las florecitas, me faltaba la ramita con sus cinco Pedidos Imposibles. En algunas versiones estas bolitas de colores flotan, pero como vi muy poco probable poder hacerlos flotar y conseguir una rama era cuestión de salir afuera y cortar una, pues ganó la opción de la ramita.

Las bolitas las conseguí cortando las cabezas de colores de algunos alfileres. Tenía casi todos los colores que necesitaba, excepto el rosa, que lo conseguí pintando una bolita blanca con esmalte de uñas. Perdí dos bolitas en la alfombra, ¡qué bueno que perdí las bolitas y no los alfileres! Pegué cada una con mucho cuidado con el mismo pegamento para tela que usé al hacer el traje, y funcionó muy bien.

El cabello lo alacié con muuuucho cuidado con mi plancha para el pelo, encendiéndola al mínimo, apagándola y dejándola enfriar unos segundos para que no estuviera demasiado caliente. Una vez peinada, arreglé su ropita y sujeté la ramita a su mano con una liga.

¡Y Kaguya está terminada! Los zapatos que usa son los mismos que venían ya con la muñeca, sus pies son planos, y se sostiene bien de pie pero no tiene tanto soporte, si se cae pueden desacomodarse los adornos o el cabello (sí, me pasó y un moño se ve fuera de lugar en la fotografía).

Lo único que necesita ahora es una linda caja para exhibirla al lado de las demás habitantes de Gensokyo.

Priscila L.