Hace unos cuantos días, mientras agregaba algunas muñecas a una de mis wishlists en Amazon, descubrí una sección llamada Warehouse Deals, en la que hay productos usados a la venta a un precio mucho más bajo. Después de explorar un rato me arriesgué a comprar una, ¿qué tan malo podría ser? Ya he comprado muñecas usadas en otros lugares, como en bazares y en eBay y mis experiencias han sido buenas.

Cuando llegó mi pedido había dos cajas dentro, una Effie Trinket de vestido azul, de la que hablaré otro día, y mi «deal», Barbie City Chic de la línea The Barbie Look.

Honestamente, me esperaba algo peor, gracias al dios de los juguetes no fue así. Tanto la muñeca como los accesorios vienen completos y en su lugar, y las marcas de maltrato están únicamente por fuera (había una pequeña manchita en la nariz de Barbie, pero se le quitó con una talladita). La caja está rayada y dañada principalmente en el plástico y las orillas, no está rota y en la parte inferior hay una etiqueta de Amazon que indica que el producto ya fue inspeccionado.

Vista del producto fuera de la caja: todo acomodado perfectamente, como otras muñecas de la misma línea, incluye su certificado de autenticidad, base para exhibirla y algunos accesorios.

Las sujeciones de plástico estaban intactas y si no fuera porque olvidé las tijeras en casa, la muñeca estaría completa. Como no tenía algo con qué cortar, jalé la manita derecha para liberarla y rompí un poquito la articulación de la muñeca, pude medio colocarla de vuelta y hasta que llegué a casa la acomodé, pero ya no quedó igual. Las demás articulaciones funcionan bien, excepto el antebrazo izquierdo, que está un poco duro de girar.

Los defectos en el plástico son mínimos y se quitaron tallando suavemente: en el rostro había rastros de pegamento, y la pierna tenía una manchita verde. También olvidé el cepillo y hacía bastante aire, pero su cabello es lacio y se vuelve a acomodar fácilmente.

Me gusta mucho cuando Barbie usa vestidos de noche y prendas súper girly, pero me fascina el estilo edgy de esta Barbie, con texturas atrevidas en prendas de cortes que ya son un clásico. La falda es de corte tubo, ceñida al cuerpo que cubre hasta arriba de las rodillas, de un tono marrón-amarillo con puntos negros, como el pelo de un chita. La pretina es de la misma tela que el resto de la falda y se cierra por detrás con un broche de presión.

¡Espero que Barbie use prendas cruelty-free! En este caso, por ser de plástico, así es, jajaja. El material y el corte de la chaqueta simulan ser una prenda de cuero. La tela de afuera refleja mucho la luz y no está decorada con ningún tipo de avío como suelen estar las chaquetas de este tipo. Por dentro el forro cubre la espalda y las dos piezas delanteras.

La blusa en realidad es un bodysuit entallado color negro, con tirantes de listón y detalles de encaje en el pecho, con un broche de presión que cierra la espalda. Si bien me gusta como top, creo que también podría funcionar como un traje de baño muy glamoroso si se sabe cómo combinarlo.

Barbie usa un collar dorado de plástico que resalta de manera preciosa y complementa a las prendas negras que lo rodean.

El atuendo lo completan unos botines altos de color negro y una hebilla en cada tobillo y un clutch de «estoperoles» negros con borde y asa de color dorado.

Sin duda alguna ha de ser difícil mantener el estilo siempre, sobre todo estando fuera de casa. Un par de lentes de sol son indispensables para ocultar ojeras, protegerse del sol y sus dañinos rayos UV y lucir muy a la moda. Una revista ayuda a mantenerse al tanto de las últimas tendencias, y sirve de entretenimiento (en realidad es un rectángulo de cartulina doblada sin páginas, pero fingiré demencia). Por último, un vaso de café bien caliente sirve para mantenerse alerta, y disfrutar el día mientras se lee la revista.

¿A alguien se le antoja un croissant? Estaría delicioso con el café que Barbie está tomando, y a mí me haría bien pasar por un latte con un shot de avellana, ¡toodles!

Priscila L.